A medida que el mundo avanza hacia la utilización de formas de energía más sustentables y limpias, la energía eólica ha ganado popularidad en todo el mundo. En 2019, hubo un aumento del 29% en el mercado global de energía eólica, lo que demuestra que esta industria no solo está en aumento, sino que está prosperando. Sin embargo, con un aumento en la energía eólica viene un aumento en la catástrofe potencial, y los incendios que ocurren debido a fallas eléctricas pueden terminar costando millones de dólares a los operadores de molinos de viento.
Según un informe de 2015, el incendio de una turbina dentro de un molino de viento puede costar hasta $ 4.5 millones de dólares, y se estima que esta cifra ha crecido exponencialmente debido al aumento de tamaño de los molinos de viento. Además, esto no tiene en cuenta los daños económicos ocasionados por la propagación del incendio, ni la pérdida de ingresos generados por la detención del proyecto para realizar la reparación.
Los incendios pueden ocurrir debido a gran una variedad de fallas en la máquina; los componentes dentro de la turbina fallan, provocan chispas o se calientan y encienden materiales inflamables como plásticos, fibra de vidrio y lubricantes hidráulicos. La ubicación más frecuente de fallas eléctricas e incendios dentro de los molinos de viento son los transformadores, que se encuentran en la base de la turbina. Estos transformadores convierten la energía en el voltaje apropiado y, en caso de sobretensión o falla eléctrica, pueden provocar incendios increíblemente rápido.
Una forma en que los operadores de energía eólica pueden combatir este problema tan costoso es incorporar ultrasonido aerotransportado y basado en estructuras para la inspección eléctrica en su arsenal de mantenimiento. Los ultrasonidos aerotransportados y basados en estructura (A&SB) se pueden utilizar para detectar varias fallas eléctricas; incluyendo descarga de corona, seguimiento y formación de arco. Al utilizar esta poderosa tecnología, los operadores de energía eólica podrán rastrear cualquier falla eléctrica potencial desde una distancia de hasta 300 pies, asegurando que cualquier descarga de corona y seguimiento no se convierta en una costosa falla de los activos.
Otras tecnologías, como la detección de fugas de helio, son más comunes en la industria, pero tienen muchas desventajas, como tener resultados dependientes del operador y la necesidad frecuente de calibrar el equipo. Los ultrasonidos aerotransportados y acústicos tienen la sensibilidad más alta y el rango máximo de todas las soluciones, lo que garantiza que no importa cuán grande sea el problema eléctrico o cuán lejos esté el transformador, se pueden evitar posibles daños catastróficos.
CTRL es el líder de la industria en el uso de A&SB para detectar fallas eléctricas, nuestro Kit, Inspector Eléctrico UL101, cuando se combina con el Powerbeam 300, es capaz de detectar fallas eléctricas para prevenir incendios y apagones catastróficos, etc. Asimismo, nuestra tecnología ultrasónica es la más sensible en la industria, y nuestros socios en la industria de generación de energía están de acuerdo. Para ver si la tecnología A&SB para la inspección eléctrica es adecuada para su empresa, comuníquese con uno de nuestros expertos en ultrasonido hoy mismo.
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